Tras someter la tierra en la que nació su líder, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, “los jaliscos”, como se les conoce a los integrantes del CJNG en Tierra Caliente, intentaron apoderarse de territorios con los que Aguililla compartía fronteras.
A través de bloqueos carreteros, destrucción de infraestructura de comunicación y con su presencia física, el Cártel Jalisco trató de tomar Tepalcatepec. Ahí las autodefensas lograron frenarlos. Sin embargo, Coalcomán no contó con la misma suerte.
“No hay corridas para allá”, decían en la terminal de autobuses de Apatzingán cuando alguien preguntaba sobre viajes a Coalcomán. Lo mismo en Tepalcatepec. Bordeado por montañas verdes y caminos serpenteantes, el vecino de Aguililla quedó indefenso. La política federal de no confrontación no ayudó. Al menos en ese momento.
Casas vacías, artículos personales abandonados, vidas iniciadas en ceros de familias de Coalcomán en otros municipios de la Tierra Caliente provocaron los enfrentamientos y el avance del Cártel Jalisco. Todo en cuestión de meses. La gangrena que había crecido en Aguililla, se extendió.
El objetivo principal del llamado de Coalcomán fue que los organismos internacionales intercedieran para que el Gobierno de México hiciera algo para frenar “el escenario de sangre en el que nos encontramos envueltos”.
“Desde hace dos años, pero con mayor crueldad en las últimas semanas, hemos quedado en medio de una sanguinaria ofensiva del Cártel Jalisco Nueva Generación, en la que por un lado miles de familias han tenido que abandonar sus hogares y su patrimonio construido por décadas, ante las amenazas, ataques y asedio del crimen organizado”, expresaron habitantes de Coalcomán en el mensaje dirigido a la ONU.
“Cada vez hay menos alimentos y menos posibilidades de salir vivos de esta situación. O nos matan los criminales, o en poco tiempo el hambre y hasta el covid-19, porque las familias tienen que vivir hacinadas en refugios, bodegas o casas, así que no les sorprenda una masacre”, agregaron.
Recuperan territorio
A las 18:00 horas del domingo 18 de septiembre de 2022, cientos de personas se congregan en la Parroquia De Santiago Apostol, a metros de la plaza central de Coalcomán. Mientras el sacerdote a cargo de la misa pide administrarse ante la inflación que se enfrenta a nivel nacional e internacional, la gente también reza para que no se vuelvan a cerrar los caminos.
Desde este templo salió en agosto de 2021 el párroco Jorge Luis Martínez rumbo a la carretera que conecta a Coalcomán y Apatzingán. Frente a una de las zanjas abiertas para evitar que sus rivales avanzaran, el religioso pidió por la paz y la tranquilidad de los suyos. Cientos de personas lo acompañaron. La intención fue que “no les robaran los espacios”, dijo Martínez a medios nacionales.
De acuerdo con Martínez, entre 1,000 y 1,200 personas abandonaron el municipio a mediados de 2021. Lo hicieron para escapar de la violencia y de la falta de oportunidades que implica el cierre del territorio.
El 9 de octubre de 2021, ya con el morenista Alfredo Ramírez Bedolla al frente del gobierno de Michoacán, autoridades federales, encabezadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, presentaron el Plan de Apoyo a Michoacán.
A raíz de lo anterior, la Secretaría de la Defensa Nacional envió 4,402 elementos; la Guardia Nacional, 4,990; y la policía local 7,500. El operativo conjunto tuvo el objetivo de reducir la incidencia de homicidios en el estado, pero sobre todo en las zonas en las que Cártel Jalisco y Cárteles Unidos mantienen el conflicto armado.
Coalcomán, Tepalcatepec, Aguililla y Cenobio Moreno fueron considerados en el plan federal como “territorios prioritarios”. Los elementos de las Fuerzas Armadas se adentraron entonces a dichos municipios. El resultado fue que el Cártel Jalisco retrocediera a los límites de Michoacán y Jalisco.
Las vías Apatzingán-Aguililla y Coalcomán-Tepalcatepec fueron recuperadas. “Las corridas” de camiones, restablecidas.
En agosto de este año, autoridades de los tres niveles de gobierno detuvieron en Uruapan 164 presuntos integrantes de los «Pueblos Unidos», el grupo de autodefensas que operaba en esa zona.
Si bien la violencia en la región mantiene su llama encendida en Aquila; en Coalcomán, la gente ya puede caminar por una plaza central tranquila, vigilada por policías, tratando de recuperarse de la guerra reciente.
Epicentro del sismo
Mientras este municipio se comienza a recuperar de la violencia, un nuevo ataque, pero esta vez de la naturaleza, hizo cimbrar la región. A las 13:05 horas del lunes 19 de septiembre, justo después de que México guardara silencios por las víctimas de los sismos de 1985 y 2017, un nuevo temblor de magnitud 7.7 se originó ahí, en Coalcomán, provocando daños en viviendas y afectaciones en varias escuelas del país.
Durante las siguientes horas, Coalcomán tuvo que enfrentar a cientos de réplicas, de acuerdo con el Sismológico Nacional. Un desastre natural lo volvió tendencia, un año después de haber pedido ayuda al mundo.
En Coahuayana, Aquila, Chinicuila y Coalcomán se registraron los mayores daños por el movimiento telúrico, zonas para la que autoridades estatales ya solicitaron la declaratoria de desastre.