Reflejo blancuzco en la pupila puede tratarse de Retinoblastoma: IMSS

* Se desarrolla cuando el bebé está en gestación

Agencias

CHIAPAS.- Un reflejo pardo o blancuzco en la pupila –área negra del ojo- puede ser signo de retinoblastoma -tumor maligno que en promedio se diagnostica entre los tres meses de edad y los tres años-, cuyo porcentaje de mortalidad depende de la oportunidad de su tratamiento. Por ello es importante que se haga una exploración ocular al momento de nacer.

Maritza Elizabeth Ovilla Pérez, especialista adscrita al servicio de Oftalmología de la Unidad Médica de Atención Ambulatoria (UMAA) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tuxtla Gutiérrez, dijo que las madres y padres de familias también pueden y deben explorar los ojos del bebé.

Informó que al momento de la lactancia, la madre puede revisárselos y si nota además del tono blancuzco de la pupila, estrabismo, irritación e inflamación, o que están rojizos y con lagrimeo, o si parece que están saliendo de su órbita –como si se botaran-, es recomendable que con urgencia lo lleve al oftalmólogo.

Comunicó que la probabilidad de curación de un retinoblastoma es del cien por ciento cuando se diagnostica de manera oportuna, es decir, en los primeros meses de edad y cuando el tumor maligno está localizado en un sitio periférico de las estructuras del ojo, que es lo que con mayor frecuencia ocurre, sin embargo, el porcentaje de vida se reduce entre el 16 y el 20 por ciento cuando el tumor es grande y está ubicado en alguna parte del nervio óptico.

Reveló que cuando este tumor es intraocular, es decir, se desarrolla en la parte posterior del ojo –adentro-, se puede sospechar de él cuando se observa que la pupila refleja alguna coloración que no debería tener, lo cual puede empezar desde un pequeño punto.

Agregó Ovilla Pérez que la pupila blanca es también ocasionada por otras alteraciones, como catarata congénita, enfermedades vasculares o de la retina e infecciones intraoculares, las cuales implican el riesgo de perder la vista o hasta el globo ocular, pero no la vida, como es el caso con el retinoblastoma.

Declaró que algunas de las complicaciones son: ceguera o pérdida del ojo, pero también puede invadir otros órganos –metástasis-; empieza por el cerebro, la columna, las vísceras, hasta causar la muerte, lo cual, ocurre a los tres años de edad.

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