Cuando la política promete redención, promete demasiado.
Benedicto XVI
¿Cuál fue el mandato del electorado que votó por el cambio, harto del peñanietismo que gobernó mal?
La orden ciudadana ha sido acotar la corrupción, evitar a toda costa los conflictos de interés y los abusos del poder, además de frenar la inseguridad y luchar contra desigualdad y pobreza…
El virtual presidente electo se prepara a cumplir todas sus promesas de campaña.
Se entienden los nombramientos de gente comprometida con López Obrador para lidiar todos los toros que se le vienen encima…
Por ejemplo, lo energético será toreado con gente como Rocío Nahle, futura secretaria de Energía, o bien el tabasqueño Octavio Romero Oropeza, quizá el hombre más cercano al virtual presidente electo. Nahle y Romero Oropeza han sido voces hiperactivas en contra de la reforma energética. Nadie debe sorprenderse.
Sin embrago, en ese tema, brinca la liebre con la propuesta a favor de Manuel Bartlett Díaz para encargarse de la Comisión Federal de Electricidad.
¿Se vale redimir al protagonista de aquella fraudulenta caída del sistema que, en 1988, finalmente arrebató el triunfo al ingeniero Cuauhtémoc para proclamar la victoria a Carlos Salinas de Gortari?
Leo a León Krauze en el periódico El Universal: “Manuel Bartlett fue protagonista del priismo más voraz y antidemocrático durante una época particularmente complicada para la conquista de las libertades en el México moderno. Durante el gobierno de Miguel de la Madrid hizo hasta lo imposible, desde la Secretaría de Gobernación, para detener el nacimiento de la democracia mexicana (…) Bartlett fue, por mucho tiempo, un priista de cepa, guardián de las conquistas sucias del partido (PRI)”.
Ese Bartlett, denostado en redes sociales, ahora resulta legitimado por López Obrador, situación embarazosa para el Pejesidente; “defender al hombre que dirigió el golpe más artero contra la izquierda mexicana”, escribe Krauze…
EL MONJE CIRQUERO: Vaya marometas que da la vida. Vaya acrobacias y malabares para justificar a quien se jactaba de haber cometido un fraude patriótico. Heberto Castillo, Luis H. Álvarez y Manuel Clouthier se revuelcan en sus tumbas…
